El Partido Popular va de error en error. Primero ficha a Adolfo Suárez creyendo que es Adolfo Suárez. Luego impone las reformas de la CEOE por Decreto-Ley y sufre una huelga general (para después asumir una por una las reivindicaciones de los huelguistas). Celebrada ya la boda -presidida por el Rey- del Secretario General del Partido Popular Europeo, coloca al Sr. Ruiz-Gallardón en un lugar preferente en la lista de la Sra. Botella, una nueva y simpática candidata -histórica del Partido- que se presenta a las municipales y habla de todo menos de Madrid. Luego permite la fusión de las plataformas digitales, asegurándole a la Izquierda una posición dominante en el mercado audiovisual de los próximos 20 años. Después, animado Aznar por la incontestable victoria del Perejil, se alía con Bush sin condiciones, preparándonos a todos para nuevas hazañas bélicas supuestamente incruentas. Y por fin, el timo de los 100 euros. En eso se ha quedado el “Plan Integral de Apoyo a la Familia” que prometió, en un apretón electoral, aquél que fuera tan fantástico Ministro (hoy candidato a la Alcaldía de Burgos) el Sr. Aparicio. El Sr. Zaplana, que le sustituyó, y le ha desdicho en toda desdicha, llegó y cumplió en materia de Familia: 100 euros (con trampa) para las madres. La trampa está -claro- en la “letra pequeña”, que impide cobrar la deducción al 95% de las madres con hijos de menos de tres años. Hubiera sido mejor que no hicieran nada. Se hubieran ahorrado dinero y disgustos. En mi opinión, esta “ayuda” es inconstitucional. Por tres motivos. El primero, porque se otorga a las madres y se niega a los padres. Lo cual es contrario al derecho fundamental a la igualdad que proclama la Constitución y reivindican las feministas. Habrá que montar una organización de machistas para que cobren los padres. Está visto: el que no llora, no cobra. Es inconstitucional por un segundo motivo: discrimina a las “amas de casa”. Como el Ministerio de Hacienda no se quiere gastar un duro, le paga los 100 euros sólo se da a las madres que cotizan a la Seguridad Social (esto es, les reintegra lo que su empresa les ha retenido -perdón, cotizado- por el impuesto sobre su puesto de trabajo). El resultado es que para cobrar los 100 euros primero hay que pagarlos y como las “amas de casa” no pagan, tampoco cobran. Pero no es justo que unos tengan derecho a la deducción por maternidad y los demás no, porque madres son todas. Es inconstitucional por un tercer motivo: contraviene el principio de capacidad económica. Dice la Constitución que ha de pagar el que más tenga. Pero es evidente que el que tiene trabajo tiene más que el que no lo tiene: las madres trabajadoras tienen más que las “amas de casa”. Si las primeras cobran y las segundas no, pagan más… los que tienen menos. Así hace las cosas el PP.