Le llaman cláusula híbrida al convenio arbitral mezclado con el sometimiento a un tribunal determinado. El que quiera poner este tipo de cláusulas, allá él. Son una auténtica locura y la mejor forma de cargarse un arbitraje. Lo peor para la seguridad jurídica y lo mejor cuando uno no quiere cumplir una obligación. Si lo que se busca es tener a la otra parte durante años enredada en un pleito formal y sin sentido, la cláusula híbrida está bien inventada. Es lo ideal para enredarse en un pleito y no cumplir. Pero si lo que se busca es eficiencia para la resolución de conflictos, hace falta estar mal de la cabeza para pactar este tipo de cláusulas.