El Papa Francisco cada día «primerea» más y mejor, liderando el apostolado en la calle, no en el balcón, con ideas fantásticas. No me resisto a comentar el éxito de su regalo de Navidad a los pobres: un sobre con una felicitación navideña, dos billetes de la ATAC (la EMT de Roma) una tarjeta telefónica prepagada y sobres sellados para que puedan felicitar la Navidad por carta a sus familias. Apostolado primereado.