Por lo visto es dogma de fé que a las empresas que van mal hay que «salvarlas» (sólo si son bancos). Y de paso a sus gestores (sólo si han sido ministros del PP). Así que la gente asume con naturalidad que hay que salvar a Bankia. Yo niego que sea así y para argumentarlo indico que, según el periódico de hoy para salvar Bankia hace falta que el Estado ponga 23.500 millones. Pues bien, resulta que la recaudación del impuesto sobre sociedades del ejercicio 2011 fueron 16.611 millones. El efecto sobre las cuentas públicas es que TODAS las empresas de España trabajarán durante un año para salvar a Bankia y aún faltarán 6.889 millardos más. En mi opinión, no hay que salvar a Bankia. Que quiebre. Sus accionistas lo han perdido todo. Qué le vamos a hacer. Pero los contribuyentes no podemos ser los panolis que les salvemos de tan grave pérdida. Que sentimos mucho. Pero la próxima vez, que contraten a otros gestores.