No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que los socialistas tienen como objetivo principal destruir la familia ristiana de siempre. La mejor manera es desestructurarla éticamente, lo cual ya han conseguido, y además dejarla sin dinero.
Después de la pandemia, en la cual han aprovechado para descapitalizar las empresas, las familias han ahorrado todo lo que han podido.
Está claro que el modo de financiar la ideología marxista que subyace debajo de todas las formas de socialismo, será ahora depredar los ahorros de las familias y dejarlas en la calle.
Repartir lo que otros han producido. Que las cigarras se queden con lo que han producido las hormigas. Eso es lo que va a pasar, por la vía de siempre, que son los impuestos.
El socialismo cargará con impuestos sobre el ahorro de las familias. Y ustedes se quedarán sin nada. Eso es lo que pasa cuando se vota socialista.
Hace falta una nueva Constitución en la que queden claros los derechos de las familias y se establezcan los límites del gasto público, mucho más allá de lo que establece a día de hoy el artículo 135 de la Constitución.