El think tank civismo se está convirtiendo en la élite del pensamiento económico español.
La lucidez de los que lo integran llama la atención porque vivimos en un país de mediocres.
Se ha conseguido agregar en un solo foro de pensamiento a los mejores economistas españoles, de hoy y del futuro.
El artículo de Javier Santacruz que adjunto a este post lo demuestra. El análisis que hace de los efectos del rechazo de la ministra Nadia Calviño como presidenta del Eurogrupo es profundo y documentado. Arroja unos resultados que no dan lugar a duda alguna.
El futuro de Europa no pasa por una pelea entre el norte y el Sur, sino por una lucha entre los grandes y los pequeños. Que ganarán los pequeños, aunque sea por una exigua mayoría.
No tiene sentido que los países grandes impongan la ruina de los pequeños para justificar su socialismo. Los países pequeños tienen superávit presupuestario, impuestos bajos, competitividad industrial, innovación tecnológica y trabajo organizado. Los países grandes solo tienen socialismo.
España es el mejor ejemplo de desbarajuste ideológico provocado por la pandemia qué es el socialismo, no el coronavirus. El socialismo español, con su gasto descontrolado, su falta de productividad, su desprecio por el empresario y la consiguiente pérdida de Producto Interior Bruto, reclama a gritos la intervención europea, y la conseguirá con total seguridad.
Pero no gobernaran en España lis funcionarios de Francia y Alemania, sino países como Estonia o Hungría.
Para el socialismo, el escenario no puede ser peor. Esto no es Venezuela.