Cuando estamos hablando de un problemilla de 390.000 millones de euros, puede decirse que estamos hablando de algo incluso más importante que los propios tratados de la Unión.
Semejante suma es difícil de generar, e imposible de devolver para muchos de los países de la Unión.
Por eso no entiendo que el debate se plantee sólo en términos numéricos entre países frugales y países derrochadores. Aquí lo que estamos debatiendo es, en el fondo, el futuro de la Unión Europea.
Lo que se está discutiendo es si vamos a tener una Europa socialista, estatalista y populista, o vamos a tener una Europa productiva, liberal y dedicada a la empresa y el comercio.
Si vamos a vivir del cuento, como pretenden los socialistas, o vamos a vivir de nuestra propia producción, como pretenden los empresarios y liberales.
Europa se juega su futuro. Comprueben en la imagen por qué hay que optar por la Europa liberal y productiva.