Cuando uno se pone a buscar en la memoria histórica, se encuentra con que quiénes más perdón tienen que pedir son los mismos que lo exigen.
El socialismo tiene que pedir perdón por estos crímenes y no lo ha hecho.
La República Socialista de Trabajadores española inaugurada en 1931, en 1936 se convirtió en un sistema político de pecado, negativo, siervo del demonio soviético, y produjo multitud de asesinatos.
Muchos de ellos por odio al ejercicio del derecho fundamental a la libertad religiosa.
Se asesinó vilmente a muchísima gente solo por llevar una estampita en el bolsillo.
El Papa añade cientos de nuevos beatos a los miles que ya existen. Dándose la peculiaridad de que son todos del mismo bando. Es decir, los santos de la guerra civil son todos del bando nacional, y ninguno del bando republicano.
Esta es la memoria histórica y esto es lo que da que pensar. Estos son los frutos que dio la segunda República española.
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