No solo España sino toda Europa vive sumida en una dictadura socialista sanitaria. La vacunación está mucho mejor en manos de las empresas privadas, que son más baratas y más eficientes que el Estado. El Estado está sujeto a la subsidiariedad. Pero el Estado socialista quiere controlarlo todo. Quiere decirnos lo que tenemos que pensar, y que nosotros paguemos su propaganda. Parte de esa propaganda es obligarnos a pensar que la vacunación está mejor en manos del Estado, cuando no es así. La vacunación, como cualquier otra actividad empresarial, está mejor en manos de las empresas. Son las empresas que nos sacarán del hoyo. El Estado nos meterá en un hoyo cada día más profundo. El socialismo, que se basa en el odio, genera un igualitarismo ineficiente. Las empresas, que se basan en el estímulo por trabajar más, generan eficiencia productiva y son más baratas que el Estado y sus impuestos.