El socialismo, considerado como excusa ideológica para expropiar sin indemnización al vecino por medio del presupuesto, quedándose con lo que ha producido para justificar un supuesto reparto equitativo de la renta, que todas las cigarras exigen a las hormigas, necesita herramientas para expropiar el 47% de lo que ganan los demás y de ese modo repartir lo ajeno.
La presión fiscal es exagerada y la Agencia Tributaria es la encargada de ejecutarla. Así que, cuando dice que «Hacienda somos todos», yo digo que no.
Mi libertad de expresión es tan buena como su propaganda, que se paga precisamente con ese dinero que antes nos han expropiado.