El País, conocido folletín de propaganda del socialismo, blanquea que los rojos puedan operar por las buenas O POR LAS MALAS. Esto es abrir la caja de Pandora. El gobierno no puede actuar contra la Constitución. Es así de fácil. No puede por las buenas. Mucho menos POR LAS MALAS.
En esta noticia, la hoja parroquial del socialismo blanquea que el CGPJ desaparezca (o lo que es lo mismo: que se quede sin competencias) y blanquea que se prohíban los «bulos», o sea, que se genere una desigualdad en la libertad de expresión: los rojos controlan la opinión, controlan la memoria y se quedan con todas las subvenciones a la prensa, mientras los demás tienen que callarse. Y van a callarse por las buenas O POR LAS MALAS.
El País ha pasado una línea roja. Ha perdido la cabeza hasta el punto de subvertir la realidad. Llega a decir que el Fiscal General del Estado, García Ortiz, presiona a sus subordinados. Lo cual es imposible, porque el jefe puede presionar a sus subordinados, pero al revés no. No es García Ortiz el presionado. Es exactamente al revés: es él el que presiona. Decir que el Fiscal General es el presionado no es un bulo: es propaganda. El subordinado no puede presionar al jefe. Por definición.
A esos niveles de inconsciencia mental y de irracionalidad ha llegado esta herramienta de propaganda. Es muy importante señalar que en régimen de libertades no se puede operar contra la Constitución por las buenas, Y MUCHO MENOS POR LAS MALAS.
El País ha pasado una línea roja y todo el mundo debe saberlo. Operar en política POR LAS MALAS para imponer la propia voluntad tiene un nombre: dictadura.