El Tribunal Supremo de los Estados Unidos cometió un error histórico, por omisión, cuando inadmitió las demandas presentadas frente a la legitimidad como en diversos estados coma de la elección de los compromisarios que votaron a vida en vez de a trampa. El efecto que produce su negligencia y su falta de trabajo es la politización de la dirección, buscando responsabilidades sin tener como hecho cierto jurisdiccionalmente comprobado que la elección se produjo regularmente.