Biden mete a los Estados Unidos en problemas

En el día de ayer, 20 de abril de 2024, el Congreso de los Estados Unidos aprobó un paquete de financiación de guerras ajenas que le compromete directamente contra muchos que no eran enemigos directos, pero que ahora lo van a ser.

Se espera que el Senado apruebe sin dificultad alguna, en breve plazo de tiempo, las cuatro leyes financieras en las que se instrumentan las habilitaciones de crédito presupuestario.

El gasto

Estados Unidos ya ha gastado 113.000 millones de dólares en la guerra de Ucrania desde que empezó la invasión rusa en febrero de 2022. De ellos, 75.000 millones han sido ayuda militar, económica y humanitaria directa.

El proyecto en tramitación consiste en la puesta a disposición de fondos públicos por un importe total de de 95.000 millones de dólares, con finalidades bélicas (Fuente, El Páis, 21.4.2024, página 3).

De estos, 60.840 millones de dólares serán destinados a Ucrania en los siguientes términos:

  • 23.200 millones de dólares para reponer munición. 
  • 13.800 millones para compra de sistemas avanzados de armamento. 
  • 11.300 millones para operaciones militares estadounidenses en la región.

Israel recibirá:

  • 5.200 millones de dólares para reponer la “Cúpula de Acero”, la “Honda de David” y el “Rayo de Hierro”, nombres que no son de Marvel o de la Biblia.
  • 3.500 millones para compra de sistemas avanzados de armamento.
  • 1.000 millones para compra de artillería y municiones.
  • 4.400 millones para reponer suministros.
  • 2.400 millones se destinan a las operaciones militares estadounidenses en la región.
  • 9.000 millones de dólares para ayuda humanitaria en Gaza, para todo el mundo menos para la UNRWA.

Taiwan recibirá 8.120 millones para defenderse de la China comunista.

¿Qué efecto produce este gasto? ¿Cuál es el análisis estratégico?

En primer lugar, que USA hace negocio. Los Estados Unidos venden mucho armamento. Son el principal fabricante y exportador de armas del mundo.

En segundo lugar, Estados Unidos se confirma como el único árbitro de la guerra en Occidente. Las Naciones Unidas dan igual. Lo que importa es el armamento y la munición, y mientras los Estados Unidos tengan el monopolio, a eso es a lo que hay que atender. Hay guerra donde los Estados Unidos consienten que haya munición, repuestos y tecnología.

En tercer lugar, se genera colonialismo. Ahora colonialismo bélico. USA no tiene colonias. Pero tiene deudores. El mecanismo de pago ya no es el clásico “prestamo y arriendo”, sino que “del total de casi 61.000 millones, los 10.000 millones de asistencia económica son a devolver, pero se incluye también una cláusula por la cual el Presidente puede perdonar esos préstamos a partir de 2026. Eso permitiría a Trump, contrario a la ayuda a fondo perdido, exigir la devolución si gana las elecciones y a Biden exonerar a Kiev si resulta reelegido”. Depende de cómo se porten los pupilos, se les hará quebrar financieramente después de haberse desangrado en una guerra, o lo contrario. Jurídicamente esto es impresentable, porque el régimen jurídico del contrato no puede dejarse a la discreción de una de las partes. O es préstamo o es donación, pero las dos cosas no. Y si es préstamo pero “te lo perdono si quiero” convirtiéndolo en donación, no había por qué pònerlo en el contrato. Todo el mundo sabe que la devolución de lo prestado se puede condonar.

En cuarto lugar, los fabricantes de armas hacen un estupendo negocio y sus accionistas también. Claro que los que se desangran son otros. Como siempre con el negocio de las armas. Está por ver si Ucrania y los demás devolverán lo que ahora se les entrega, pero de momento facturan y los empresarios de armamento quedan cubiertos por seguros de impago.

Hasta ahí las ventajas. Como se puede ver, son todas cortoplacistas. El problema es que habrá contraataque financiero. Examinemos posibles escenarios.

Todo tiene sus inconvenientes

La movida es MUY fuerte porque prolonga la guerra en Ucrania, pone en riesgo la vida de muchos rusos, consagra a USA como árbitro, elimina la ONU como institución que regula las guerras (se queda en mera moralidad sujeta a veto) y no soluciona nada.

En cambio, hay muchas cosas que se ponen peor. La antigua URSS, ahora ya no tan antigua, porque va renaciendo, o sea, Rusia, no necesita prestar nada a China para compensar la “ayuda” a la China capitalista. Que los Chinos comunistas se defiendan de los chinos de toda la vida. Gasto 0 para Rusia.

Financiar a los gazatíes no es tan caro, porque se están muriendo de hambre. Los rusos pueden hacerlo poniendo sobre la mesa poco dinero. Lo difícil será que les llegue, pero esa es otra cuestión.

El problema real son los iraníes. Esta política de gasto en el que USA no se implica en las guerras militarmente pero sí financieramente y suministrando armamento esencial, no puede considerarse neutral. Es una peculiar política de “no agresión” pero del todo partidista, que Rusia se verá obligada a contrarrestar. Si USA le da armas y dinero a los enemigos de Rusia, ésta, con poco gasto, puede hacer mucho daño.

El daño es triple, creo yo. Verán cómo pronto empezarán a aparecer dinero y sistemas de gestión en el norte de México para que los inmigrantes en vez de ir andando vayan en carros, apareciendo por las fronteras inopinadamente. No hay muro: esos seŕan los lugares por los que aparecerán. Una auténtica marcha financiada y organizada.

El segundo daño vendrá por Persia. El odio entre pueblos es tal en la región que será difícil evitar que Rusia se confirme como aliado de Irán para todo lo que proceda, al menos en el corto plazo.

En tercer lugar, prepárense para subidas escalofriantes del gas y del petróleo. El petróleo caro no dañará mucho a Estados Unidos, que puede hacer “fracking”, pero le dejará sin aliados. Los demás no podemos pagar un barril a 200 dólares o más. Todo el munbdo se resentirá y la inflación llegará inexorablemente con la emisión de nueva moneda por encima de la productividad corriente.

En fin, estas medidas, incluso si se aprueban, tardarán en ˋponerse en marcha: las armas no llegarán mañana a Ucrania, sino dentro de meses. Este será el efecto final: viene el buen tiempo para la guerra y la campaña ucraniana los rusos la terminarán antes de que vuelva la rasputitsa en octubre

Espero equivocarme, pero de momento los que se han equivocado han sido… los estadounidenses. No se puede tener una tan grande industria de armamento. Produce necesidad de vender. De vender armas. Y cuando se venden armas a cualquiera que no sea la policía, nunca sucede nada bueno. La policía son ellos. Y sus armas, para autoconsumo.

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