#ELPAISOE no duda en continuar con su agitación y propaganda. Esta vez utilizando premios, supuestamente literarios, cuyo objetivo final es la implantación de los valores de la izquierda en la sociedad. El último profeta de la meritocracia socialista es un tal Cesc Noteboom, al que conocen en su casa a la hora de comer. Parece que algún día, hace tiempo, escribió algo sobre la Guerra Civil, y como este sacerdote de la izquierda viene desde Ámsterdam, nos puede enseñar cómo somos. O mejor dicho, como la izquierda dice que somos. Y lo que nos dice es que no nos hemos reconciliado. Eso es una barbaridad. Aquí el único que no se ha reconciliado es el PSOE, que se dedica a la exhumación del pasado por odio del presente. No es España la que no se ha reconciliado. Es la izquierda la que continúa con sus malquerencias y sembrando el rencor, la impureza del carácter. Como si a ellos no hubiera nada que perdonarles, como si fueran moralmente impunes. Después de esta vida hay otro juicio: el de Dios. A ver cómo le explican que, como ellos son del PSOE, tienen derecho a sembrar la impureza saducea.