Para entender el problema de los mutualistas de la abogacía, que dicen que no llegan a fin de mes, y en efecto no llegan, no bastan los pobres análisis que hace el socialismo por medio de su Hoja Parroquial, El País, sino que hace falta ser un poquito más riguroso.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la pretensión última de las personas que están en una situación de precariedad en cuanto a sus pensiones, derivadas de mutualismo, es que no han cotizado. Es tan sencillo como eso. Si hubieran cotizado más, ahora tendría más pensión, porque en eso consiste el régimen de mutualismo. El sistema es de capitalización, es voluntario, y si no les gusta el resultado, tenían que haberlo calculado antes. Lo que no pueden pretender ahora es cobrar sin cotizar.
Y esto, no ya a costa de la Seguridad Social, pues ahora exigen que ésta se haga cargo de su precaria situación, derivada de una elección mal hecha, a sumida individualmente de modo estrictamente personal, sino que lo que pretenden es que sean los demás mutualistas los que, perdiendo sus aportaciones, sufraguen, por una supuesta solidaridad, la negligencia de estos señores, que lo que han hecho es sencillamente aportar menos a la caja común, y que ahora pretenden llevarse lo mismo que los demás, que sí han aportado, pero sin haber puesto antes el dinero en la caja.
La situación se entiende mucho mejor si a esto se añade la existencia del RETA, es decir, del régimen especial de la Seguridad Social para los trabajadores autónomos. Desde 1996, las personas que trabajan en la abogacía pueden escoger entre cotizar a la Mutualidad, cotizar al RETA, o cotizar a las dos cosas. Es decir, estos que ahora protestan podían haber escogido el RETA y ahora no podrían quejarse. O más bien tendrían una queja diferente, porque las pensiones del RETA están por los 900 euros, o sea que estarían un poco mejor, pero no mucho mejor.
¿Y por qué no han escogido el RETA? Pues muy fácil: porque en el RETA hay que cotizar muchísimo dinero. Todo el mundo sabe que un autónomo tiene que cotizar, y no poco, y resulta que éstos, que no han cotizado ni al RETA ni a la Mutualidad, ahora quieren cobrar de los dos.
También hay que entender que la abogacía no es ningún chollo. En España la abogacía tiene un problema estructural y es que hay más abogados que taxistas. Por ejemplo: en Madrid hay 15.500 licencias de taxi y también hay 55.000 licencias de abogado ejerciente. Como ustedes comprenderán, si uno sale a la calle es mucho más probable, si levanta la mano, que pare un abogado a que pare un taxi. Es decir: es mucho más barato un abogado que un taxista, porque la oferta es mayor. Esto hace que las pensiones mutualizadas de una profesión masificada no puedan ser grandes, y eso lo sabe todo el mundo. Ahora lo único que están haciendo es quejarse, para ver si pueden sacar algo más.
Personalmente considero que este problema está siendo enfocado sin la más mínima racionalidad, politizado por la izquierda de siempre, que intenta provocar compasión respecto de quienes no han cotizado, diciendo que ahora, pobrecitos, tienen que trabajar para vivir, y no pueden jubilarse.
Para terminar, diré que este es el error fundamental. Aquí todo el mundo piensa que la jubilación es un derecho. Y que es automática. Y que no hay que haber cotizado para tener una pensión «digna». En España son miles de millones los euros que se pagan al año a pensionistas que no han cotizado por lo que están recibiendo. Es lo que llaman solidaridad, pero no es solidaridad es sencillamente que el socialismo da, sacándolo de la caja común, pagando con el dinero común, a base de impuestos y de deuda pública, muchísimo dinero a personas que no lo merecen, porque no han metido en la caja el dinero que ahora están sacando de la misma. Es decir: viven a costa de los demás, que les mantienen, como si fuera un derecho, cuando no es más que generosidad. O más bien es coacción, porque ese dinero se lo sacan a los ricos para dárselo a los pobres a causa de la generosidad de los ricos, sino que la transferencia es coactiva: si no pagan impuestos para sufragar las pensiones ajenas, a los ricos los meten en la cárcel.
Como todo este sistema está desquiciado, conviene introducir factores de racionalidad y no ir tan rápido en noticias como la que publica hoy El Paisoe, que lo único que busca es desestabilizar el sistema. Al final, el interés del socialismo es muy sencillo: quieren quedarse con los 11.000 millones que administra la Mutualidad General de la Abogacía. Con la excusa de las exiguas pensiones de los que no han cotizado, se van a quedar con lo que corresponde a todos los que sigan cotizado, utilizando para ello la ley, es decir, se van a quedar con el dinero de todos los mutualistas por la cara.