La subida del IVA sanitario puede producir un déficit de la Seguridad Social mucho más increíblemente grande que el actualmente existente sólo por un motivo tributario absurdo e irracional. Pero tiene la gran ventaja de que, por una vez, se controlarán los costes de la sanidad, porque tendrán que tributar. Lo único que me pregunto es si los inspectores financieros y tributarios tendrán valor para meterse dentro de la Seguridad Social y asignar costes racionales a los servicios irracionales que presta la Seguridad Social española.