Los más grandes males de la historia le han venido a la humanidad de la mano del socialismo.
Son males con rostro humano. Porque fueron personas cuya bajeza moral supera en algunos casos la de los demonios. Se llaman el Ma Tse Tung, Stalin, Pol Pot y tantos otros.
Millones de personas entregaron su vida en el altar de la igualdad. De la igualdad socialista, que consiste en rebajar al ser humano a la condición de nada. En eliminar su dignidad. En negar su capacidad de vinculación con Dios. En convertir la religión en una alienación. En negar la creación. En el ateísmo militante.
El País, que es la Pravda del socialismo en España y su Hoja Parroquial, cuando fotografía los rostros del mal se retrotrae hasta la reina Isabel y se acuerda de algunos narcotraficantes. Pero tiene muy mala memoria para los que mataron a millones de personas por razones ideológicas.
Lo que hace El País no es información, sino propaganda. Lo que se busca es anestesiar la conciencia de los socialistas, para que no se acuerden de cuál es el fruto de su ideología en términos de humanidad.
El socialismo ha traído males de todo tipo, tanto si era socialismo nacionalista (nazismo) como si era socialismo internacionalista (comunismo).
Ha llegado la hora de revelar su rostro maléfico y negativo. No se puede consentir que se falte a la verdad de modo tan evidente, sin tener la más mínima memoria histórica, cuando se trata de justificar y anestesiar a las propias huestes.
Es muy mal periodismo el que realiza El País. Propaganda. Anestesia moral. Verdad fabricada.