El Partido Popular juega con el derecho a la vida. Piensa que estamos ante una cuestión electoral y en realidad estamos ante un problema estructural gravísimo de la sociedad española, con dimensión moral, social y también económica. En la medida en que afecta a la producción, y a las pensiones. Resulta insufrible y produce estupor que no se quiera dar una batalla electoral, que ellos mismos han comenzado, y la suspendan hasta que convenga políticamente, vez de atender el derecho a la vida del no nacido. El Partido Popular no cree en el Derecho a la vida.