Me parece alucinante que, por muy Comisario europeo que sea, la Prensa supuestamente seria, como es Expansión, siga dando pábulo a las opiniones de un señor como Almunia, el cual tiene acreditados constantes fracasos en sus vaticinios y, lo que es peor, en su ejecutoria como político. En mi opinión, lo que diga es útil sobre todo para dar por bueno lo contrario de lo que él piense. Procede recordar que el antiguo sindicalista, histórico del PSOE de «la foto de la tortilla», es quien, después de pasar de la pana al coche oficial, recortó las pensiones de los trabajadores (1984), vegetó durante años en los gobiernos del PSOE incrementando la burocracia pública desde el Ministerio de Adminstraciones Públicas, y sobre todo fracasó estrepitosamente como candidato a la Presidencia del Gobierno (2000) dando al PP una victoria con mayoría absoluta que no se la esperaba ni Aznar, al haber propuesto Almunia… la unión con Izquierda Unida, o sea, el Frente Popular. Almunia publicó sus memorias en 2001 (Editorial Aguilar) y desde entonces estaría retirado de no ser porque las nada democráticas estructuras de Partido hacen que los funcionarios de los mismos se reciclen una y otra vez, a pesar de sus fracasos, como si aquí no hubiera pasado nada. Creo que mucho mejor que seguir incluyendo a políticos de la gerontocracia de la transición en los titulares de los periódicos, sería aconsejarles que se retirasen a la empresa privada a ver si por fin son capaces de crear puestos de trabajo. O, en el caso de Almunia, que vuelva a UGT. Si no lo hace, porque la casta política se retroalimenta, por lo menos que los periódicos supuestamente serios, como Expansión, no le pongan en portada.