Una solución normativa para el problema del taxi

La protesta del 25.11.2020 en Madrid.
Aunque no sé si lo saben, estos profesionales protestan porque no pueden vender la licencia y dejar el negocio debido a que las normas son rígidas en exceso.

En el año 2020 los taxistas han tenido tres tipos de problemas.

El primero, de mercado. Les ha salido un competidor internacional (Uber) y un competidor nacional (Cabify), y otros más pequeños cuyos nombres no conozco, que se han comido un pedazo de la tarta.

El segundo, el virus chino. Ha terminado de dar la puntilla a sector. La gente no quiere subirse ni en un Uber, ni en un Cabify, ni en un taxi, ni un autobús, ni en nada colectivo. Ha aumentado el tráfico de los automóviles ocupados por una sola persona. La gente no quiere contagiarse.

Pero el gran problema no es ninguno de esos dos. El principal problema es que el Decreto 74/2005, de 28 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Transporte Público Urbano en Automóviles de Turismo, prohíbe tener más de 3 licencias de taxi en Madrid. Existen leyes o decretos parecidos en otras comunidades autónomas, que igualmente señalan un techo máximo de licencias de taxi por persona que en la práctica resulta muy pequeño.

Al haber un límite de 3, cuando muchos taxistas han querido soltar la licencia por un precio razonable, se encuentran con que no pueden, porque no hay nadie que la compre. Por una razón muy sencilla, y es que solo puede comprar 3. Lo que interesa en este negocio es tener 300 o 500 licencias de taxi: una gran empresa que tenga una flota. Ahora que las licencias están baratas, la norma se convierte en el principal problema del sector.

Mi propuesta es que dejemos actuar al mercado. Para que llegue dinero nuevo. «Marcas de calidad» en el sector del taxi.

En estas circunstancias de mercado es mucho más interesante para los taxistas soltar la licencia y dejar de tener perdidas, quedándose con algún dinero, que seguir empeñados en prohibir la existencia de grandes compañías más competitivas.

Es verdad que esto es una reforma estructural, porque daría lugar a que se permitiera la existencia de grandes empresas de taxi.

Pero eso es precisamente lo que se pretende: la adaptación al mercado. En el cual entraría dinero nuevo y las personas que actualmente están en el taxi no tendrían las pérdidas que están teniendo y obtendrían por lo menos alguna rentabilidad por eso licencia.

Basta con un Decreto. Mira que es fácil.

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