No es verdad que las entidades de prestación de servicios que se dedican al «forensic» sean independientes. Son todas dependientes de la necesidad de incrementar anualmente su facturación y por eso dependen completamente del cliente. Sólo son independientes los peritos nombrados judicialmente. Los peritos nombrados por la parte son dependientes de la parte, que es que es quien les paga: cobran cantidades ingentes de dinero y no tienen nada de independientes. Al final, es lo de siempre: peritos de parte. Y como eso suena mal, para cobrar más y tener mejor «imagen», se autodenominan «forensic». Por eso les llaman «Forrensic», porque la gente ya sabe de qué va. Por mi parte no considero fiable a ningún perito de parte. Sólo los nombrados judicialmente o por el árbitro tienen alguna fiabilidad.
Y para el final lo peor: esto hasta tal punto es así que, cuando el uso del «forensic» tiene lugar en el ámbito de la Jurisdicción criminal lo que se produce es la nulidad de la acusación por la imparcialidad del fundamento pericial con que se ha realizado, porque ninguna manera es admisible que una acusación judicial se base sólo en una pericial de parte.
Aunque esto de la acusación criminal basada en peritos de pago se está poniendo de moda, al final lo que acabará pasando es que todas las acusaciones criminales basadas en periciales por precio den lugar a sentencias absolutorias. Cuanto más cara la pericial, peor.
Así que si el FROB contrata Forrensics, allá él: conseguirá justo lo contrario de lo que pretende.