El debate político catalán da risa. Parece que están hablando de fútbol. Como todo el mundo sabe, en Barcelona lo que importa no es que gane el Barça, sino que pierda el Madrid. Más o menos, eso es lo que pasa actualmente en la política catalana. Lo que están debatiendo en Cataluña es si va a haber presupuestos en Madrid. 3sa es la cuestión principal de la política catalana en el debate electoral autonómico. El debate se plantea en términos como los siguientes: «nosotros queremos gestionar el 100% de dos impuestos que se pagan en Cataluña. Y para conseguirlo vamos a exigir a Madrid que nos lo permita. Y sólo va a haber presupuestos en Madrid, dada la actual composición del Congreso de los Diputados, si nos lo permite». O sea: vamos a jorobar en Madrid para que pierda el Estado, y vamos a hacer que gane el Barça gestionando los impuestos. Esta es la elevada profundidad y la considerable altura del debate político catalán: comprobar cuánto se puede jorobar en Madrid para sacarse algo en Cataluña. Es evidente que con estos planteamientos la política se hace al revés, porque el debate político catalán no se preocupa por cómo mejorar la situación de los catalanes, sino por como fastidiar a todos los españoles. Lo de siempre con los catalanes.