
Como es evidente que el Estado no tiene dinero para construir 500.000 viviendas nuevas, y como es evidente que, aunque lo tuviera, la ejecución sería más cara que poner en marcha el sector privado, lo que tiene que hacer cualquier gobierno, socialista o no, es REGULAR para FOMENTAR la construcción de vivienda, en propiedad o en alquiler. En vez de eso, se han dedicado a fomentar el delito (la «okupación»), a paralizar los procedimientos de desahucio y a jorobar a los fondos de inversión que quieran traer su dinero a España. No se crea suelo, siguen atascados los procedimientos administrativos, y en general se fastidia al PROMOTOR porque es rico y es empresario. Dos pecados sociales. Y el que tiene 8 o 10 viviendas en alquiler, dependiendo de la Comunidad Autónoma, se le declara «GRAN TENEDOR » y por tanto gran fastidiado. Con políticas como esas, lo que no pueden pretender es que el precio de la vivienda ya construida baje. La irracionalidad tiene un precio. ¿Quieren vivienda? Aprendan a votar.
