“El Economista» no entiende bien la naturaleza del problema. Lo que hace la Agencia Tributaria cuando intensifica las labores de inspección contra los ricos y las grandes empresas, es generar actas para que luego los interesados las tengan que recurrir. De esa manera, sólo con las que no se recurren, ya gana dinero. Por mucho que el principio de legalidad salte por los aires.
La mayoría de los contribuyentes afectados ingresarán el importe de las liquidaciones, porque a día de hoy para avalar la deuda hay que depositar en el banco el importe del 100% de la liquidación, y para eso lo ingresas en Hacienda y tienes el dinero al tipo de interés legal. De esta manera la Agencia Tributaria recibe dinero a corto plazo y si luego lo tiene que devolver pues ya veremos.
Las liquidaciones recurridas, muchas se perderán, porque los tribunales económico administrativos son órganos administrativos, no verdaderos tribunales.
La liquidación permite imponer sanciones por no haber ingresado, que también habrá que recurrir. Es más dinero a corto plazo para la Agencia Tributaria. Que habrá que ingresar, porque se reduce en un 55% si el contribuyente no recurre
Y probablemente no recurrirá, porque cuando se llega al Tribunal Superior de Justicia hay que avalar también las sanciones.
El efecto que se produce es que Hacienda no pierde nada y los contribuyentes, antes de quebrar, prefieren llegar a un acuerdo o pagar el acta, obteniendo así la agencia liquidez a corto plazo. Luego cuando haya que devolver el dinero ya veremos.
Por eso, amigos de «El Economista», es por lo que la Agencia Tributaria aumenta el número de sus liquidaciones y sanciones, sin ton ni son.
Y luego, como ya dije hace mucho tiempo, si quiere que recurra. porque las leyes incentivan que la Agencia Tributaria no cumpla el principio de legalidad.