Como se puede leer en este blog en otra de sus páginas y también en el diario «Expansión», en el que he dejado de escribir («¿Por qué cierran los juzgados en agosto?»), la competitividad de las empresas españolas depende mucho de los Juzgados. Que no deberían cerrar en agosto. Ahora nuestro servidor (público), Gallardón, pondrá la reforma por obra. Ya era hora. Naturalmente, la izquierda judicial está en contra. Pero la oposición política de los jueces socialistas estaba en el guión. Al socialismo no le interesa la competitividad sino vivir del Presupuesto. Los funcionarios jueces de la izquierda protestarán pero la realidad es que los servicios de la adminisración de justicia española no son competitivos.