Los Jueces son un poder sin contrapoder. Lo que hacen es impune. Contra sus decisiones arbitrarias sólo cabe pedirles responsabilidad… ante otros jueces. O sea que en la práctica no hay responsabilidad, debido al corporativismo y debido a que los jueces que juzgan hoy pueden ser mañana ellos mismos los que sean juzgados. No cabe mayor conflicto de interés. En España ser juez es garantía de irresponsabilidad al dictar Sentencia. No necesitan seguro de responsabilidad civil.
La cosa llega al colmo de que ahora unos jueces acusan a otros jueces de actuaciones verdaderamente graves y aquí sigue sin tener nadie responsabilidad. «El Mundo» de hoy lo publica.
Mi consejo personal, basado en mi propia experiencia profesional como Abogado, es que eviten los litigios en Canarias y acudan, si pueden, al arbitraje. Digo si pueden porque del orden jurisdiccional contencioso-administrativo (demandas al Estado, Comunidad Autónoma y Ayuntamientos) no podrán escapar y su funcionamiento en Canarias es también lamentable.
Me asombra que siga habiendo gente que esté en contra del arbitraje por las posibles influencias sobre el árbitro, cuando resulta que éste está obligado a declarar «motu proprio» sus conflictos de interés. Y me asombra porque los jueces en España sólo están obligados a abstenerse en casos muy tasados. Y en la práctica, además, sólo si la parte afectada se da cuenta a tiempo, porque el término para recusar es muy limitado.