Cuando los analistas no saben si el déficit financiero es de 1 o de 5 billones de euros, lo único cierto es que nadie sabe nada. Si nadie sabe nada, hay que atender a lo que hace el mercado: los que están viviendo el problema sí saben lo que hacen, porque lo están viendo. Y lo que están haciendo es dejar de comprar pisos en construcción, porque no se fían de si se terminarán o no por el constructor. La reacción por parte de las autoridades socialistas chinas frente a este frenazo, es comprar, y solo parcialmente, los solares no promovidos y las viviendas en construcción, para salvar a los promotores y regalar vivienda barata al pueblo socialista. Con un planteamiento así, es cuestión de esperar a que llegue el leñazo que se va a llevar la cuarta parte de la economía china. Luego, China arrastrará otras naciones consigo.
La crisis inmobiliaria china comienza a extenderse por todo el mundo