No sólo nuestro PIB tiene un origen especulativo sino que además no somos competitivos. Nuestro PIB apenas crece en proporción al PIB mundial. La causa es sencilla: no se funda en el trabajo, ni en la industria, ni en el uso de la energía, sino en el turismo y los bares. Si a eso se añade el lastre del socialismo, que perjudica la competitividad, es lo que tenemos. España cañí. Se necesita un cambio. Pero ¿quién le va a poner el cascabel al gato? ¿Rajoy? ¿Seguro?