España se hunde

El periódico de hoy es desolador. O sea, como todos los días. Ante todo porque PNV y Bildu arrasan en el País Vasco. Una vez más todos los periódicos esconden la cabeza debajo del ala y no quieren reconocer que España se rompe. No quieren asumir 35 años de dejaciones en educación, 35 años de lenidad por no exigir a los nacionalistas que cumplan la Constituciòn, 35 años de una transición en la que el problema de la unidad de España no está resuelto (vaya transición), para no hablar del Rey.

Lo segundo es que las empresas colocan 8 millardos de deuda a menor tipo de interés que el Estado. Es decir: la gente se fía más de las empresas que del Estado. Y en medio, el AVE baja precios subvencionado por el Estado. Es decir, con más deuda.

Lo tercero es que las ventas de ordenadores han bajado un 24%. Es decir, que la producción y la productividad están a la baja. Las empresas, asfixiadas por los impuestos, no tienen dinero para inversiones productivas. Ni para ordenadores. Claro, las Cajas nacionalizadas quieren vender su «plataforma tecnológica» al «banco malo». Y no se refieren al Popular.

Lo cuarto, la caída de las hipotecas: un descenso del 28,5% interanual, acumulando 28 meses consecutivos de descensos. Los precios no han caído sino un 3,3% por lo que mientras el mercado no se ajuste, habrá menos hipotecas porque habrá menos ventas: ningún mercado tan rígido como este mientras la banca sea la propietaria de los pisos.

Y lo quinto, «los remedios de Rajoy». KPMG publica un estudio que confirma que España tiene el cuarto IRPF más alto del mundo. Y no sólo eso: es el IRPF que más ha subido en 2012. El mentiroso político que se presentó a las elecciones con un programa de reducción de la presión fiscal, está paralizando la economía subiendo el impuesto sobre sociedades, drenando la tesorería de las empresas obligándoles a pagos fraccionados imposibles y por tanto aplazados, paralizando el consumo con subidas de IVA, lanzando a la inspección a actuaciones rallanas con la injusticia y subiendo el IRPF en vez de disminuir el gasto público. Todo un genio de la economía.

Claro, Arcelor y Acerinox se van a China para «remontar el vuelo» y The Economist pide un milagro para el déficit español. El milagro es fácil: que se vaya Rajoy. Necesitamos alguien capaz de hacer una Constitución nueva, expulsando del sistema todas las ineficiencias y empezando por los secesionismos.

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